Durante los siglos XVI a XVIII – XIX, la constante amenaza de ataques en la costa cántabra por parte de flotas enemigas, obligó al Señorío de Vizcaya a la construcción de un sistema defensivo distribuido a lo largo del litoral, con el objetivo de garantizar su defensa.
El sistema se basaba en una serie de enclaves costeros, artillados y fortificados, de mayor o menor relevancia, cuyo número superó el medio centenar.
De esta red de fortines y baterías que antaño poblaron la costa vizcaína, apenas si han llegado hasta nuestros días más que algunos restos físicos. Ruinas, en su mayor parte, que suelen encontrarse en sorprendentes parajes con magníficas vistas sobre el mar.
Son los últimos vestigios de un sistema de armas ya desaparecido. Son privilegiados testigos de un sistema de armas, basado en cañones y obuses costeros, que se tornó ineficaz con la aparición de los buques blindados, la evolución del armamento naval y las fuertes inversiones que demandaba la renovación del armamento. Y es que en aquella época !! también tenían sus CRISIS ¡¡
No podíamos dejar pasar la ocasión de visitar uno de estos emplazamientos, máxime si estaba en la ruta a otro tipo de fortificación, similar en su concepción pero de construcción más contemporánea: la cercana batería franquista del cabo Billano, en Uribe-Kosta (que tiene una serie de vídeos, también de producción propia, que subiremos al CANAL DE CAZAFORTINES en breve).
Partiremos de Gorliz, municipio costero en cuyo abrupto litoral se encuentran las ruinas del Fortín (o Fuerte) de Azkorriaga, del siglo XVIII, construido para la protección de la bahía que esta villa comparte con la inmediata Plentzia.
Comenzaremos el recorrido desde la bella y amplia playa de Gorliz. Tras el arenal, un sendero parte de las cercanías del actual Hospital, antiguo Sanatorio Marino (1919), construcción emblemática y una de las señas de identidad del pueblo. Como curiosidad, comentar que fue el primer edificio del Estado construido completamente en hormigón armado… !! que una temática como la de CAZAFORTINES manda…¡¡
El ascenso, tras cruzar los encinares y pinos cantábricos del Antikera Mendia, nos sitúa en un altozano desde el que, mirando atrás, podemos disfrutar de una preciosa panorámica de la bahía, con su característica forma de concha. Enfrente, las calas salvajes y los acantilados de hasta 200 metros salpican esta costa irregular, un ejemplo de resistencia a la erosión marina.
La senda continúa bordeando el abrupto litoral, pasando por otros tres miradores panorámicos. Desde el último se divisan las ruinas del Fortín, con las olas golpeando las rocas sobre las que se asienta.
Si quieres seguirnos hasta allí, acompáñanos en estos dos cortos vídeos:
GORLIZ 01 SENDA DEL LITORAL
GORLIZ. 02 FUERTE DE AZKORRIAGA
Salud y kosta
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ATENEO LIBERTARIO LA IDEA 
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